15.5.07

¿QUIÈN TIRA LA PRIMERA PIEDRA?

Es concienzudo empezar por reconocer las distinciones entre lo que muchas personas del vulgo, las cuales no conocen mayores razones para detestar la opción tercera de la vida, llaman de manera indistinta, sin tan siquiera saber a lo que se refieren. Estamos hablando de la homosexualidad.

Dicho comportamiento se refiere a la preferencia y atracción sexual por personas del mismo sexo, en contraposición a heterosexualidad (preferencia por el sexo opuesto) y bisexualidad (atracción por ambos sexos). Las mujeres homosexuales reciben el nombre de lesbianas En los últimos años el término ‘gay’ se viene aplicando a mujeres y hombres homosexuales, esto a raíz de un legado estadounidense, de entre muchos que tenemos en Sudamérica.El psiquiatra Sigmund Freud, muestra la siguiente postura sobre la existencia de este patrón de conducta, apelando a la existencia de una predisposición adicional. No obstante, no descartó que el comportamiento se deba a un efecto determinante de experiencias durante la infancia, así por ejemplo, la falta de un padre en la primera edad, y en el que el niño pudiera identificarse o, en otro caso, el contacto con alguna tendencia sexual leve en la adolescencia, lo que posteriormente podría tornarse el “serio problema”.

Al decir serio problema, nos enfocamos al análisis de la conducta del ente heterosexual que condena abiertamente al homosexual, sin tener en cuenta su capacidad de ser un hombre monógamo como cualquier “hijo de vecino”, como ellos mismos.

En el Perú, el tema de la homosexualidad implica grandes polémicas, puesto que, en los última encuesta realizada por Apoyo, se ha detectado que el 1er defecto que tienen los peruanos es, justamente, el ser machistas. Tamaño impedimento que no nos permite ver las identidades desde su calidad, sino, y únicamente, desde el punto de vista del escarnio y la disociación de género. Más aún, si se tiene en cuenta que somos un país con un grado inferior de educación, lo que no conduce a una opinión criteriosa de los hechos.A raíz de los factores mencionados anteriormente, se han creado innumerables mitos sociales con respecto al tema en mención. Por ejemplo, el decir que un homosexual necesariamente terminará infectado de sida, o que un homosexual es “sucio”, enfermo sexual, distorsionado, degenerado o vulgar. En realidad, cualquier persona puede tener alguna característica mencionada anteriormente, sin necesidad de ser o no homosexual.

En algunos países occidentales la apertura de género se ha hecho más flexible, como por ejemplo en España, ya que a raíz del adiós a Franco, la cultura empezó a tener contactos más cercanos con un mundo abierto, cosmopolita y quizás liberal, lo cual no tiene, necesariamente, una relación con el los homosexuales. Sea el caso, la sociedad española ha venido acogiendo ideas de convivencia natural, aceptando, por ejemplo, el matrimonio entre personas de un mismo sexo.
Los países tercermundistas, al parecer, serán los últimos en dar el gran despliegue y terminar por entender que existe innegablemente homosexuales en nuestra sociedad. Cada vez más, se descubre la teoría de que tal comportamiento es genético y no, como dicen muchos otros, por imitación o por degeneración.

Algo muy importante a tener en cuenta, es que, si bien es cierto, en este ensayo se cuestiona a los prejuicios y falta de criterio; también es meritorio señalar que deberían existir comportamientos aceptables por parte de los homosexuales, los que no deberían caer en actitudes disfrazadas ni irrisorias, ya que tienen los mismos derechos de todos los seres humanos, pero también tienen deberes que cumplir, como el ser éticos, morales y dignos.

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